Unos días libres, algún puente, una fiesta, un fin de semana, una semanita, unas vacaciones...
un recreo para salir de la ciudad e ir al pueblo, a estar rodeados de naturaleza, a escuchar a los pájaros, a ver los almendros, a caminar por la sierra...
Para ir con amigos, con la familia, con pareja...
Para eso está el Caragolet, con todas las comodidades que tenemos en casa (y seguramente algunas más) en un lugar de ensueño: Biar, un pueblo medieval.